La población de palomas urbanas decrece gracias a las campañas de control demográfico que impulsa el Ayuntamiento
El Servicio Municipal de Control de Plagas capturó en 2013 9.281 ejemplares, mientras que en 2012 se interceptaron 11.642 palomas
El innovador sistema de captura a través de cañón de redes, resulta efectivo para garantizar la no proliferación de los animales
Las Palmas de Gran Canaria, martes 17 de junio de 2014-
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a través de la Concejalía de Salud Pública, mantiene controlada la población de palomas en la capital con el objetivo de alcanzar un censo sostenible, ya que pueden suponer un problema por su riesgo sanitario, por las molestias que produce y por el deterioro que puede provocar en estructuras arquitectónicas y de valor artístico. Para evitar esos riesgos, desde el Consistorio se impulsan de manera periódica campañas de control demográfico de estas aves urbanas.
La concejal de Salud Pública del Ayuntamiento de la capital, Mimi González, acompañada de la veterinaria municipal, Juana Mangas, y el veterinario, Roberto Sologaistua, han asistido hoy, martes 17 de junio, en el Parque Santa Catalina, a una de las actuaciones de captura de estas aves urbanas más llamativas, con un innovador sistema de cañón de redes.
Esta herramienta, que se utiliza en la ciudad dos veces al año coincidiendo con el cambio de estación, consiste en lanzar una red de unos 25 metros impulsada por un cañón de gas a los puntos donde se concentran las aves. Para garantizar su concentración, durante varios de los días previos son alimentadas. Este sistema permite la captura de más de 200 de estos animales en cada actuación.
Balance del control demográfico de palomas
El servicio de control de plagas ha interceptado en los cinco primeros meses de 2014 un total de 2.314 palomas, cifra similar a las capturadas entre enero y mayo de 2013. La concejal dijo que gracias al trabajo continuo de los operarios del servicio de control de aves urbanas, su número no se incrementa a pesar de ser una especie que se reproduce con gran facilidad, con hasta cinco nidadas al año. Durante 2012, el número de ejemplares capturados fue de 9.281 y en 2013, se interceptaron 11.642 palomas.
Por otra parte, la analítica realizada a las palomas capturadas no ha mostrado datos significativos que puedan perjudicar a la salud pública ni enfermedades que se puedan transmitir a las personas.
El ayuntamiento utiliza para el control de estas aves diferentes sistemas, entre ellos, el lanzamiento de una red de captura en unos 70 puntos de la ciudad, como la Plaza de Manuel Becerra, el Parque Santa Catalina, el Parque Iglesia del Carmen, las Ramblas de Mesa y López, el Paseo de Las Canteras, el Parque San Telmo, la Plaza de Santa Ana, el Teatro Pérez Galdós, la Plaza de Santo Domingo, la Alameda de Colón, la Plaza Hurtado de Mendoza, el Parque Juan del Río Ayala, Cruz de Piedra y el Barrio del Pilar, entre otros.
Otro de los sistemas que se utilizan para el control de las aves urbanas son las jaulas trampas, estructuras metálicas de malla, equipadas con un sistema de agua y comida, y una trampilla de sentido único que permite entrar a las palomas pero no salir. Estos equipamientos se ubican en distintos puntos de la capital, como el Parque Juan Pablo II, la clínica San José, en el Paseo de Las Canteras, y en edificios particulares, a petición de los vecinos, siempre que reúnan condiciones para hacerlo.
Hábitos ciudadanos para evitar la colonización de palomas
La Concejalía de Salud Pública recomienda que no se alimente a animales que puedan constituirse en plaga, que se mantengan limpias y en buen estado las fachadas, cornisas y azoteas, adoptando medidas de protección de los edificios, como mallas invisibles, filamentos o varillas, que impiden que las aves se posen o aniden.
Los ejemplares capturados se someten a tres procesos. Por una parte, se toman muestras para conocer el estado de salud del animal. La Concejalía ha constatado que no han aparecido enfermedades que pudieran transmitirse al ser humano. El segundo proceso es la selección de las palomas anilladas. Estos ejemplares se entregan a la asociación colombófila para que sus dueños puedan recuperarlos. Por último, los veterinarios de Salud Pública liberan a aquellos ejemplares de especies protegidas, en caso de haber sido capturadas.