La Ciudad verde
La ciudad, circunscrita en principio a los barrios de Vegueta y Triana, comenzó a expandirse en el XVII por las laderas que delimitan la franja costera. Así fueron naciendo, creando en su crecimiento un curioso mosaico multicolor, San José y ‘los riscos’ de San Juan, San Nicolás y San Roque, coronado por la curiosa Casa de los Tres Picos.
Siguiendo la carretera del Centro -salida del Secadero por la circunvalación- el paseante se encontrará a pocos kilómetros con el campus universitario de Tafira y, poco después, con el Jardín Canario Viera y Clavijo. Un jardín y centro de investigación botánico de la flora de las islas canarias y de conservación del entorno vegetal.
Tras atravesar Tafira Alta y en el límite con el municipio de Santa Brígida, se llega al Monte Lentiscal. En la zona se encuentra también la Caldera de Bandama, un amplio cráter volcánico con unas excelentes panorámicas de Las Palmas de Gran Canaria.
Al pie de la Caldera se extiende el centenario Real Club de Golf, el primero que se creó en España impulsado por la colonia de comerciantes británicos que se instalaron en la ciudad a principios del XX.
En ese entorno de arena volcánica crecieron en el pasado amplias plantaciones de vides origen del afamado vino de malvasía y los populares vinos del Monte. Hoy están en recuperación.