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«El año del descubrimiento», un demoledor documental para prever el porvenir

Luis López Carrasco recupera el pasado en presente continuo con una cinta monumental que recuerda la quema del Parlamento de Murcia a manos de manifestantes en el crucial año 1992

Panorama España presenta una doble sesión de la película, hoy domingo a las 17:00 horas y este lunes a las 17:00 horas con presentación en sala del coguionista Raúl Liarte

Las Palmas de Gran Canaria, domingo 11 de abril de 2021.- El Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria presenta en su vigésima edición una cinta monumental catalogada por la crítica como una de las mejores películas del año, el demoledor documental y ganador de dos Goya El año del descubrimiento, de Luis López Carrasco, una de las voces principales del cine español de los últimos tiempos. El año del descubrimiento es una película imprescindible para entender la actualidad y prever el porvenir.
El año del descubrimiento aborda el desmantelamiento industrial, los disturbios de Cartagena y la quema del parlamento regional en febrero de 1992 en contraposición a la imagen que España vendía al mundo, la de un país efervescente, moderno y civilizado capaz de organizar dos eventos de relevancia y trascendencia internacional: los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla, vinculada a la celebración del V Centenario del Descubrimiento de América.
López Carrasco radiografía la sociedad española a través de la conversación en una barra de bar, epicentro donde transcurre todo, de quienes participaron en las negociaciones para evitar los cierres de las fábricas. El realizador murciano diseña una atemporalidad que acerca y entrelaza el pasado y el presente poniendo el foco en aquellos protagonistas anónimos de lo que fue realmente un momento histórico. Protagonistas que reflexionan sobre el debilitamiento del movimiento sindical.
El coguionista de El año del descubrimiento Raúl Liarte, que mantuvo la mañana de este domingo un encuentro con la prensa, manifestó que la película “haya llegado hasta donde ha llegado es un milagro laico” pero, sobre todo, dijo ha sido gracias no solo al esfuerzo de todo el equipo y de los productores sino de las personas que participaron “desnudándose de una manera tan sincera y generosa para contar sus historias, vivencias y experiencias”.
Conforme fueron conociendo los relatos, expuso, “nos dimos cuenta de cómo afectan a afectan a su vida diaria ese maremágnum de vivencias, frustraciones y vidas atravesadas por el desengaño y las traiciones que desde el poder se hacen además de ver cómo la ciudad se había transformado”. Todo eso, recalcó, “pudimos comprobarlo a través de la carne viva de las personas que habían estado oponiéndose y al final habían padecido todas esas consecuencias”.
“Tras establecer esta relación directa y por mucho que hubiésemos investigado antes, todo esto nos fue superando porque El año del descubrimiento tiene mucho de investigación profunda, como el trabajo del minero que baja a una mina oscura que tiene que poner un poco de luz y conforme pusimos nosotros ese foco de luz a esa parte oscura de la historia todo era diamante y oro puro, y ese oro puro eran las personas de la película, explicó.
La participación de Liarte en la película, además de coguionista y camarero del bar donde todo transcurre, también tiene, dijo, “una unidad de destino emocional, histórico, familiar y sentimental porque nació en Cartagena”. Asimismo, explicó que la dinámica de rodaje que López Carrasco estableció muy acertada que era que la fase de escritura de la película no acabara en los propios documentos o el guion, sino que se pudiera estar presente con los protagonistas in situ, en el bar, de ahí que tanto Luis como él participaran como camareros haciendo preguntas a los protagonistas.
Eso permitió, dijo, “llevar la relación de la escritura a otra fase en la que haces partícipe de manera directa a la gente que trasladó sus vivencias. Después vino el trabajo de montaje que requirió de toda una reordenación y fue quizá la parte más noble”. Pasaron por esos tres estadios que son “lo que tu piensas que puede ser, lo que la gente te va a dar, que es la potencia de la película y después esa reordenación una vez que ya tienes todo lo que las personas te han dado”. En esos tres ejes, aclaró, se ha establecido la coescritura de la película.
A pesar de su largo metraje, más de tres horas de visionado, la película no ha dejado de viajar por salas españolas desde su estreno en noviembre. La demoledora reflexión de López Carrasco llevada a la gran pantalla en torno a la dependencia económica del sector servicios, la precariedad laboral, la aparición de ERTES o la valoración negativa de la ciudadanía con respecto a la acción sindical son realidades que no han dado tregua a la población y que siguen generando debate y expectación.
El programa completo del Festival de Cine está disponible en la web oficial lpafilmfestival.com y las entradas se encuentran a la venta a través de los canales entrees.es para la programación de Miller (Camera Obscura, Tarde más freak y alguna sesión especial relacionada con el aniversario del centenario del cineasta francés Chris Marker) y en la plataforma de Cinesa, cinesa.es, que oferta el resto del programa, a excepción de Déjà vu, que podrá verse en el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología, espacio que acoge también el mercado MECAS.