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El Ayuntamiento rehabilitará a partir de la próxima semana los tres quioscos de la popular Plaza de Las Ranas

El servicio de Patrimonio del Consistorio ha adjudicado estas actuaciones de remozado a la empresa Construcanarias por un importe de casi 29.000 euros
Con esta acción, la entidad municipal quiere recuperar la vida de estos espacios emblemáticos de la ciudad y de enorme significancia para varias generaciones de residentes y visitantes de la capital grancanaria

Las Palmas de Gran Canaria, viernes 12 de agosto de 2022.- El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria rehabilitará los tres quioscos de la Plaza de Hurtado de Mendoza, más conocida popularmente como Plaza de Las Ranas, de la capital grancanaria, a partir de la semana próxima.

El Consistorio capitalino, a través de la sección de Patrimonio dependiente del área de Economía y Hacienda que dirige la concejala Encarna Galván, ha adjudicado los trabajos de rehabilitación a la empresa Construcanarias por un importe de 28.585,27 euros. El plazo de ejecución es de tres meses.

Las acciones de remozado de los populares quioscos de la ciudad contemplan la mejora de los rodapiés de hormigón, la impermeabilización y limpieza por medios manuales de las cubiertas, el tratamiento de los bastidores y de los paneles de madera, la sustitución de las cerraduras y la imprimación de barniz sintético sobre toda la carpintería de madera.

Estas actuaciones no alterarán, de ningún modo, la configuración arquitectónica de los quioscos, que seguirán manteniendo su esencia histórica. Tampoco conllevarán cambios en su composición general exterior, ni en su volumetría ni en su sistema estructural.
Con estas acciones de rehabilitación, el Ayuntamiento quiere recuperar tres inmuebles que forman parte del imaginario de un gran número de generaciones del municipio capitalino.

Para hallar el origen de la plaza, hay que remontarse a comienzos del siglo XIX. En aquel momento se produjeron las primeras acciones como el allanamiento de un espacio desamortizado, que había pertenecido al patrimonio de la Iglesia, para construir un puente que sirviera de enlace entre las dos orillas del barranco de Guiniguada, el conocido como Puente de Piedra, decorado con esculturas genovesas que representaban las cuatro estaciones.