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«Un blues para Teherán», un viaje entre el humor y el amor de Javier Tolentino al cine y al pueblo iraní

El Festival de Cine presenta en sesión especial el primer trabajo como cineasta del periodista y crítico de cine  

El catálogo y la rejilla de programación al completo de la vigésima edición del Festival se pueden consultar en la web oficial lpafilmfestival.com  

Las Palmas de Gran Canaria, domingo 11 de abril de 2021.- El periodista Javier Tolentino, responsable del mítico programa de cine El séptimo vicio en Radio 3 y un fijo en el Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria ha estado presente en la vigésima edición del certamen con su ópera prima Un blues para Teherán, un homenaje al cine y al pueblo iraní.
En su primer trabajo como cineasta, Tolentino despliega todo su amor y fascinación por Irán, su cultura, su música y su gente. Superponiendo historias y personajes a modo de mosaico, escapa de la narrativa convencional para dejarse arrastrar en un viaje sensitivo y humanista que combate prejuicios y pone al descubierto aspectos fundamentales y desconocidos del pueblo persa. Un canto de amor y respeto, poético y comprometido que huye de lo anecdótico y profundiza en lo esencial.
En un encuentro mantenido este domingo con la prensa, Javier Tolentino explicó que Un blues para Teherán es “una mirada muy personal” a una cinematografía que siempre le convenció y sedujo. También, añadió, “esta mirada a un pueblo que nos ha enseñado el cine iraní” y las visitas que ha hecho con los festivales de Irán despertaron “la curiosidad por construir mi primera película y pisar un terreno conocido para mí”.
En Un blues para Teherán diferentes rostros muestran un Irán donde tradición y modernidad conviven y se confrontan. Erfan Shafei invita a descubrir un país tan misterioso como culto a través de la música y sus gentes. Él es un joven kurdo, divertido e irónico, que quiere convertirse en director de cine. Canta, escribe poesía, vive con sus padres y su loro, pero no sabe nada del amor… Erfan Shafei “es la metáfora del pueblo iraní” al que Javier Tolentino se asoma.
En este retrato de la sociedad iraní a través de su música y la vida cotidiana de sus habitantes, Tolentino reconoce que hay guiños constantes al cine iraní a lo largo de la película por la influencia de muchos cineastas iraníes, como Abbas Kiarostami o Jafar Panahi, con los que se ha formado. Pero también, dijo hay otras influencias de otro cine internacional que ha ayudado a construir “esta especie de documental o no que significa Un blues para Teherán”.
Por su parte, Sandra Mora, productora del documental, reconoció que se dio cuenta de la cantidad de prejuicios y estereotipos que tenía asociados a Irán como lugar “muy peligroso y conforme fui investigando me di cuenta de la maravilla que era ese país y la cultura persa”. Ha sido, admitió, “un proceso bastante complicado porque no es fácil rodar en el país y conseguir los permisos y los visados de prensa”. Esto, continuó, “supuso muchos problemas y habría sido imposible hacer este rodaje sin contar con un equipo local”.
Canarias, dijo el crítico cineasta, tiene mucho que ver en este proyecto ya que primero se presentó en Miradas Doc. En Vegueta, contó, “se confecciona, se desarrolla, se escribe el guion y se prepara el subtitulado, así que “tiene un porcentaje muy afectuoso y cinematográfico porque de alguna manera la película se deja influir por el movimiento de cine que hay en las Islas”.
La música es crucial en Un blues para Teherán. Que la cataloguen como musical, sostuvo, “es un elogio”. “A través de la música siempre hemos construido el acercamiento a Irán y en este país es vital e importante”, tanto, recalcó, “que todo occidente bebe de alguna forma de las influencias que vienen desde Irán a través de sus instrumentos musicales como en su música”.
Concretamente, en la película hay tres apartados en la construcción musical, por un lado, toda la tradición de la música persa, la canción Un blues para Teherán, del reputado músico Walter Geromet creada desde la nostalgia y el diálogo entre oriente y occidente y la banda sonora que ayuda a tener la cadencia que tiene que tener la película “desde su estilo y mirada”, según admite.  
El programa completo del Festival de Cine está disponible en la web oficial lpafilmfestival.com y las entradas se encuentran a la venta a través de los canales entrees.es para la programación de Miller (Camera Obscura, Tarde más freak y alguna sesión especial relacionada con el aniversario del centenario del cineasta francés Chris Marker) y en la plataforma de Cinesa, cinesa.es, que oferta el resto del programa, a excepción de Déjà vu, que podrá verse en el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología, espacio que acoge también el mercado MECAS.