«This Film is About Me» o la construcción documental de un personaje

Alexis Delgado presenta en Canarias Cinema un singular retrato de Renata Felicitas-Soskey, en prisión por el brutal asesinato de su vecino: un ejercicio sorprendentemente lúdico entre el director y una reclusa con maneras de estrella de otro tiempo y un trasfondo oscuro
“Se me ha cuestionado por filmar a una persona condenada, pero a veces a la gente se le escapa que un documental es también una película, una representación de la realidad, que en esencia es lo mismo que la construcción de una ficción”, apunta el cineasta

Las Palmas de Gran Canaria, martes 13 de abril de 2021.- “Renata Felicitas-Soskey mira a cámara. La tiene bien cerca, atrapada en un primerísimo plano. “¿De qué crees que trata esta película?”, le inquiere la voz en off. “Sobre mí, es una película sobre mí”, sostiene convencida. En efecto, This Film is About Me (2019) es un largometraje sobre ella. O más bien, sobre el personaje que su director, Alexis Delgado Búrdalo, construye sobre ella en un documental cautivador, tragicómico e inquietante. Renata es narcisista, y está prendada del objetivo. El realizador ahonda minuto a minuto en la entrevista y en la personalidad de una mujer en una circunstancia particular: cumple condena en Galicia por el brutal asesinato de su vecino.
¿Cómo acabó Renata siendo el objeto de la película de Alexis Delgado? El director desarrollaba el seguimiento documental del trabajo de una amiga en el centro penitenciario. “Por entonces estaba deseando hacer cine, encontrar un pretexto para filmar”. Cumplió con su compromiso inicial, no sin antes conocer a Renata: sobre ella y otros dos personajes giró su corto Tres Mujeres (2014). Una pieza premiada y reconocida por la crítica, que el cineasta completó con un equipo mínimo, integrado por un sonidista y un operador de cámara. Pero una vez concluido el cortometraje, Alexis se despidió de todos y se quedó a solas con la protagonista de Esta película es sobre mí. Primero fue el prolongado acercamiento al personaje, la búsqueda de su confianza. Y luego, una suerte de juego en la que ella trataba de mostrar su mejor cara y él, profundizar más detrás del rostro de lo que parecía una verdadera diva del cine mudo. Una estrella de tiempos pasados.
“La película es una especie de making of en sí mismo, el proceso de filmar acompaña el encuentro con ella. Luego, se va construyendo en tiempo real. Y se incorporan ciertas maneras meta-cinematográficas, pero de una forma muy natural”, apunta Delgado. “Al final se percibe esa conexión entre ella y yo. Fue un feliz encuentro. Y ella, desde luego, se deja filmar”.  
Hasta el punto de que “ese afán que tiene Renata de quedar bien es lo cautivador: quiere que ese retrato suyo sea lo más completo y fascinante posible. Como todo el mundo, ella quiere dar la mejor imagen de sí misma. Renata no es diferente a los demás en ese sentido. Se escapa con un sueño, intenta evadirse, cuando se le pregunta por el crimen que cometió. Existe esa dualidad, y ahí reside lo más interesante del personaje”, detalla el director, que pasó dos años viajando los fines de semana a la prisión para completar el rodaje.
Delgado subraya que ésta “no es una película para denigrar ni difamar. La gente no quiere mostrar facetas de sí misma que son contrarias a su imagen. Con Renata fue fácil, porque es bastante narcisista. Tiene también un aire de mujer fatal y una sensibilidad artística. Estaba deseosa de que alguien la descubriera y filmara sus encantos. Que son los suyos. No me resultó complejo rodar”. Y añade que "nunca la juzgué, no me salía así. Rodé muy pegado a ella, con la cámara muy cerca. Me fascinaba su rostro y su personalidad sobre el trasfondo muy oscuro que tiene su historia. En realidad, fue un momento muy feliz en mi vida”.
El cineasta pudo completar así un ejercicio que también tiene mucho de valiente, en tiempos de opiniones polarizadas y verdades absolutas. “Sí, me ha ocurrido”, admite, “se me ha cuestionado por filmar a una persona condenada. Esos debates se abren el cine documental. Aquí se juega con las reglas de que lo que pasa es verdad, y ahí saltan las alarmas, los juicios, las expectativas también. A veces a la gente se le escapa que un documental es también una película, una representación de la realidad, que en esencia es lo mismo que la construcción de una ficción”.
Aquí está en realidad el nudo conceptual del film de Delgado, porque “la Renata que está en la película es una Renata, la que he construido en la película, no la Renata en carne y hueso. Cuando se abre un debate sobre la cuestión ética o moral también debemos preguntarnos qué es real o no. Y este personaje también es ambivalente: no sabemos cuándo actúa, cuando es una fantasía suya o cuando es más real. El trabajo que he hecho también es así”. Un presupuesto que también es complejo, ya que “nunca se acaba el retrato de una persona. Con ella, ni aunque estuviera mil años filmándola, podría haberlo completado”.
Alexis Delgado asume que su participación como permanente entrevistador, su voz en el film, “sí, también me obliga a retratarme a mí”. Lo cual no impidió que el montaje final se trabajara “de manera lúdica, porque eso era lo que hacíamos en realidad. Siempre desde el respeto, y con una personalidad que se prestaba a eso. El montaje tenía que ser cómplice de ese juego que habíamos mantenido en el rodaje”.
Alexis Delgado ya conoció el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria por su iniciativa complementaria del MECAS (el Mercado del Cine Casi Hecho). “Me muero de ganas de estar ahí, en el Festival, con el productor (el canario José Alayón). Con la productora El viaje Films tengo varias conexiones con Canarias. Y siempre he tenido muy buenas referencias del certamen. Me parece un pedazo de Festival impresionante. Y me siento muy honrado y muy feliz de poder estar”.
This Film is About Me se proyecta a las 10:00 horas de este miércoles 13 de abril, en la Sala Cinesa 9 del Centro Comercial El Muelle. El viernes 16 de abril se ha programado un pase a las 19:00 horas con la presentación de Alexis Delgado. El acto está sujeto a las correspondientes medidas de seguridad para combatir la propagación de la COVID-19, siendo obligatorio el uso de mascarillas y el respeto de la distancia social en las proyecciones.