Ir al contenido principal de la página

El Ayuntamiento pone en marcha un "Mercadillo de verano" en el Parque San Telmo

El mercadillo tendrá lugar a lo largo de los meses de julio y agosto y se dedicará a la venta de productos como castañas, golosinas, bebidas no alcohólicas y otros productos

El objetivo de la iniciativa es incentivar esta actividad económica, una de las más castigadas por la crisis sanitaria

Las Palmas de Gran Canaria, miércoles 1 de julio de 2020.- El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha autorizado, mediante una resolución, la celebración de un ‘Mercadillo de verano’ a partir del día de hoy y a lo largo de los meses de julio y agosto en el Parque San Telmo de la capital.
Se trata de una actividad novedosa para este sector, ya que el habitual mercadillo de golosinas y castañas se desarrolla normalmente cada año durante los meses de noviembre, diciembre y enero.
El concejal de Desarrollo Local, Turismo y Empleo, Pedro Quevedo, ha asegurado que esta decisión “busca incentivar y promover esta actividad, una de las más castigadas desde el punto de vista económico por la crisis sanitaria causada por el Covid-19”.
Quevedo ha explicado que la medida ha sido propuesta por los propios vendedores ambulantes y que el Consistorio, teniendo en cuenta la ausencia de eventos durante el año 2020, “ha considerado que se trata de una iniciativa muy positiva tanto para los propios trabajadores como para el tejido económico de la capital, adoptando siempre las nuevas medidas de seguridad necesarias”.
Así, este mercado contará con un número de puestos no superior a 30, cuya superficie máxima autorizada es de 3,5x2 metros. El horario comercial será de 9:30 a 21:30 de uso interrumpido. La actividad que se realizará en el ‘Mercadillo de verano’ será de venta ambulante de productos como castañas, golosinas, buñuelos, turrones artesanos, bebidas no alcohólicas, roscas, globos, juguetes, algodón de azúcar, creps, perritos, almendras garrapiñadas, chocolates y helados.
Los puesteros deberán garantizar medidas de seguridad, como el cumplimiento de las normas de aforo, desinfección, prevención o acondicionamiento. El uso de la mascarilla es obligatorio tanto para los clientes como para los trabajadores, así como el mantenimiento de una distancia de seguridad interpersonal de, al menos, 1,5 metros.
Asimismo, cada puesto de venta deberá asegurar su cerramiento lateral con el fin de evitar la propagación del virus. Se realizará, al menos dos veces al día, una limpieza y desinfección de las instalaciones con especial atención a las superficies de contacto más frecuentes como mostradores y mesas u otros elementos de los puestos. Por último, se deberá poner a disposición del público y trabajadores dispensadores de geles hidroalcohólicos o desinfectantes autorizados y registrados.