Ir al contenido principal de la página

El Ayuntamiento aprueba una nueva ordenanza de terrazas que mejora la accesibilidad y compatibiliza el disfrute del espacio público con la actividad económica

Uno de los objetivos es garantizar la convivencia entre terrazas y peatones para que Las Palmas de Gran Canaria sea una ciudad accesible e inclusiva para todos. La nueva norma simplifica el procedimiento de tramitación y establece zonas de saturación de terrazas en el municipio

Las Palmas de Gran Canaria, miércoles 11 de octubre de 2017.-

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha aprobado hoy en Junta de Gobierno la nueva ordenanza reguladora de la instalación de terrazas en suelo público. La nueva norma, que simplifica el procedimiento de tramitación y la resolución de la autorización, tiene como objetivo normalizar la instalación de terrazas con vistas a la mejora de la calidad del espacio público. De esta manera, se va a reforzar el control por parte del Ayuntamiento de la ocupación del mismo, teniendo presente la progresiva implantación de la accesibilidad universal y la atención al paisaje urbano, especialmente el de los conjuntos históricos.


El nuevo texto, que ha sido elaborado por la Dirección General de Edificación y Actividades del área de Urbanismo, señala que la administración municipal podrá autorizar la instalación de terrazas, siempre y cuando se garantice la conciliación con el uso público, esencialmente la circulación y la estancia de los ciudadanos. Además, se debe compatibilizar el derecho al ocio con el derecho al descanso de los vecinos con el objetivo de garantizar que Las Palmas de Gran Canaria sea una ciudad accesible e inclusiva para todos.


El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, ha afirmado que “creemos que era importante poner en marcha una nueva ordenanza que, ajustandose a la ley y adaptándose a los cambios que se han venido produciendo en los últimos años, contribuya a hacer de Las Palmas de Gran Canaria una ciudad más amable, accesible e inclusiva para todos y todas”.


Las autorizaciones de terrazas, que tendrán una vigencia máxima de dos años, deben garantizar aspectos como la libre circulación de peatones y usuarios en general, la visibilidad de las señales de tráfico, el respeto al entorno paisajístico y visual, la perfecta utilización de las bocas de riego, hidrantes, alcantarillado, salidas de emergencia, la entrada y salida de edificios, portales, soportales y otros locales, así como disposiciones en materia de accesibilidad.


“Esta nueva ordenanza, que simplifica los trámites de la autorización de terrazas, nos va a permitir ordenar mejor el espacio urbano, conciliando la actividad comercial con la mejora de la circulación y la estancia de los ciudadanos, haciendo compatible el derecho al ocio con el derecho al descanso de los vecinos, y garantizando un aspecto como la accesibilidad que nosotros consideramos que es fundamental”, ha aseverado Doreste.


La nueva ordenanza reguladora de la instalación de terrazas en suelo público introduce directrices en materia de accesibilidad, simplifica el procedimiento de tramitación y de resolución de la autorización, el texto también amplia el marco de establecimientos autorizables, plantea la regulación de espacios con ordenación singular, como zonas peatonales y espacios situados en el ámbito de un conjunto histórico. En este último caso, la solicitud de la terraza tendrá que ser ratificado por el Consejo Municipal de Patrimonio Histórico.


Además, la ordenanza establece la declaración por parte del Ayuntamiento de zonas saturadas, espacios de la ciudad en los que no se podrá autorizar la instalación de nuevos elementos que supongan un aumento del aforo de terrazas existentes. Se considerarán zonas de saturación aquellas en las que ya se registre un excesivo número de terrazas y sillas, o esté afectado el descanso de los vecinos debido a las condiciones acústicas y ambientales del espacio.


La superficie de ocupación de las terrazas no podrá superar en ningún caso el 50 por ciento del espacio de uso público. Las instalaciones de las terrazas se autorizarán anexas al bordillo de la acera correspondiente en el frente del local, y separadas de la fachada al menos a una distancia de 1,80 metros como mínimo, para garantizar el paso de peatones. Los accesos a portales de los edificios deberán quedar totalmente libres, y tampoco se permite ningún elemento de terraza a menos de 1,50 metros del radio de una salida de emergencia.


Excepcionalmente, en calles en que las aceras no reúnan los requisitos mínimos establecidos, y la demanda de terrazas sea significativa, el Ayuntamiento podrá valorar la posibilidad de disponer terrazas en la calzada atendiendo a las características específicas de la vía, como la intensidad de tráfico o la conveniencia de reducir plazas de aparcamiento.


La nueva norma, una vez sea ratificada en el pleno municipal, será publicada en el Boletín Oficial de la Provincia y estará en período de exposición pública durante un mes para que puedan ser presentadas las alegaciones pertinentes. El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, se reunirá con los partidos políticos de la oposición en el Ayuntamiento para exponerles en detalle el contenido de la ordenanza e invitarles a aportar sugerencias y modificaciones.